En consecuencia del tifón Haiyan en noviembre de 2013, una de las tempestades la más fuerte registrada en la historia, la oficina de promoción de los productos de madera de Quebec (QWEB) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) concluyeron una colaboración, con el apoyo de la Société d’habitation du Québec

Con ocasión del Día Mundial del Hábitat el 7 de octubre 2013, representantes de los Gobiernos de Canadá y de Québec y también empresas socias expusieron su concepto de habitación después de desastres. La presentación tuvo lugar en el Palacio de las Naciones en Ginebra, Suiza.

“El objetivo que perseguimos es ofrecer soluciones sostenibles y asequibles a las poblaciones afectadas o desplazadas después de conflictos o desastres naturales. Para nosotros es una forma de garantizar su salud, seguridad y dignidad, dijo Sylvain Labbé, Presidente y Director General de la Oficina de Promoción de Productos de Madera de Québec (QWEB). Como cada situación humanitaria es única, nuestras soluciones habitacionales pueden adaptarse a las necesidades de las comunidades afectadas, desde el diseño de las viviendas hasta su implementación. ”

El evento fue organizado por la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa, con el tema “Juntos podemos construir un mundo más seguro”.

Tras el terremoto que sacudió Haití el 12 de enero de 2010, centenares de miles de personas quedaron sin techo. En el contexto de este importante sismo, la Cruz Roja Canadiense seleccionó a la empresa socia Maisons Laprise para fabricar los componentes de madera de 6.675 casas destinadas a las comunidades afectadas de Jacmel y de Léogâne. Este contrato formaba parte de un proyecto más amplio de la Cruz Roja Canadiense para proporcionar 7.500 refugios (techos).

Las casas completas tienen una superficie habitable de 18 metros cuadrados. Están compuestas por una estructura de madera, una envoltura exterior de tableros contrachapados y un techo de chapa ondulada. Son fáciles de montar y desmontar y resisten terremotos y huracanes de categoría 4.

Maisons Laprise supo optimizar su pericia y experiencia y su capacidad de producción de casas prefabricadas listas para montar. Para este proyecto, la producción se elevó hasta 1.000 casas por mes para responder a las necesidades y exigencias de la Cruz Roja Canadiense. La calidad de las viviendas listas para montar provistas respondió a los más altos estándares internacionales. Además, cabe señalar que la mano de obra local fue capacitada en el lugar por personal de Maisons Laprise y participó activamente en el montaje de las viviendas.

Según Conrad Sauvé, Secretario General y Director General de la Cruz Roja Canadiense, el conjunto de este proyecto habitacional brinda una estabilidad y una protección esenciales para más de 37.000 habitantes que se cuentan entre las personas más vulnerables de la isla.